Aguascalientes, 12 de diciembre de 2025.- En el marco de la celebración de la Virgen de Guadalupe, el Pbro. Luis Felipe Quesada Pérez, Capellán mayor de la Universidad Panamericana campus Aguascalientes, compartió una reflexión sobre la vigencia del mensaje guadalupano y su importancia tanto para la comunidad universitaria como para el país.
El padre Felipe destacó que, a diferencia de otras apariciones marianas, el mensaje de la Virgen de Guadalupe es profundamente esperanzador y cercano, centrado en el amor maternal de María hacia sus hijos: “El meollo del mensaje guadalupano es muy simple pero esperanzador: yo soy su mamá. ¿Quién no necesita cariño? ¿Quién no necesita alguien que se sienta cercano?”, afirmó.
Este mensaje, señaló, responde a una necesidad humana universal: la de sentirnos acompañados, valorados y amados. La Virgen, al presentarse como madre, “se salta nuestras limitaciones” y acoge a cada persona tal como es, sin importar su historia o circunstancia.
Para los jóvenes, añadió, esta certeza puede convertirse en una fuente profunda de consuelo y fortaleza. “La Virgen viene a decirnos que nos quiere. Su amor es un recordatorio de que no estamos solos y de que Dios ha querido dejarnos una madre que nos cuide y nos acompañe”, indicó.
Resaltó además que este mensaje conserva una fuerza especial en el contexto actual, donde muchas personas atraviesan situaciones familiares difíciles o viven en medio de la inseguridad social. “Por eso sigue siendo el santuario más visitado del mundo”, explicó, “porque a todos nos gusta sentirnos queridos”.
Unidad y sentido de comunidad
El capellán también subrayó el papel histórico de la Virgen de Guadalupe como factor de unidad en México, recordando que las conversiones y la cohesión social tras las apariciones fueron determinantes en el proceso evangelizador.
“Tener una madre común facilita la unidad. El mensaje guadalupano tiene un fundamento de unidad muy profundo: nos recuerda que todos somos hijos del mismo Padre y que anhelamos un México más justo, seguro y en paz”, afirmó el capellán.
Asimismo, señaló que este sentido de unidad puede vivirse de manera concreta en la comunidad universitaria, fortaleciendo la identidad y el trabajo en común.
Contexto histórico de la aparición
El padre Felipe explicó que, de acuerdo con el Nican Mopohua, un relato escrito en náhuatl alrededor del siglo XVI que narra con detalle las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego y conserva su significado espiritual e histórico, la Virgen se apareció del 9 al 12 de diciembre de 1531 en el cerro del Tepeyac, dejando como signo la imagen plasmada en la tilma.
Recordó también que, aunque el documento se redactó décadas después, existen suficientes indicios históricos y testimoniales sobre la veracidad del acontecimiento guadalupano, entre ellos el crecimiento repentino de conversiones y la afluencia de peregrinos al Tepeyac. Destacó además la relevancia de este hecho en la historia religiosa y cultural del país.
Ante la pregunta de por qué la Virgen eligió México, el padre Felipe compartió con humor: “no le he preguntado”. Sin embargo, añadió que, considerando el contexto histórico, la influencia evangelizadora de la Nueva España pudo haber sido un motivo providencial, pues desde México la fe podía difundirse con mayor alcance a lo largo de América.
Un mensaje vigente para el corazón universitario
Para la comunidad de la Universidad Panamericana, el mensaje guadalupano sigue siendo una fuente de inspiración espiritual y humana. A través de la fe, la reflexión y el compromiso con el bien común, la devoción a la Virgen de Guadalupe continúa recordando que el amor, la unidad y la esperanza son pilares esenciales para transformar la sociedad.
