Zapopan, Jalisco, 9 de septiembre de 2025.- Las inundaciones urbanas son cada vez más frecuentes e intensas, con graves consecuencias para las ciudades y sus habitantes. De acuerdo con el Dr. Hugo Briseño Ramírez, director del Observatorio Panamericano de Ciudades Hidroadaptativas, este fenómeno es multifactorial, pero existen tres causas principales: cambio climático, impermeabilidad urbana y drenaje insuficiente.
El cambio climático ha incrementado la frecuencia e intensidad de las lluvias, generando lo que el académico describe como un “crecimiento exponencial de la lluvia”. Estos eventos, muchas veces localizados y repentinos, superan la capacidad de los sistemas de drenaje y complican la planeación de infraestructura adecuada.
Ciudades impermeables: menos infiltración y más riesgo
A diferencia de años anteriores, cuando el agua podía filtrarse al subsuelo, hoy las ciudades se han vuelto altamente impermeables debido al crecimiento del concreto y la urbanización. “Cada vez existen menos zonas de infiltración, por lo que cuando llueve se generan encharcamientos, inundaciones e incluso socavones”, explica el Dr. Hugo Briseño Ramírez.
La creciente urbanización, con la proliferación de superficies de concreto, reduce la capacidad del suelo para absorber el agua de lluvia, exacerbando el problema de las inundaciones.
La falta de infiltración también afecta la recarga de los acuíferos, que se encuentran “sobreexplotados en estas zonas altamente urbanizadas”, lo que debilita la estructura interna del subsuelo y provoca los peligrosos socavones.
Drenaje insuficiente y obsoleto
Finalmente, la insuficiencia de los sistemas de drenaje es un factor clave. “El drenaje es insuficiente para la cantidad de agua que cae. Cae más agua en menor periodo de tiempo y esto genera que se provoquen las inundaciones”, explica. El sistema de drenaje actual, que combina aguas residuales con agua de lluvia, es ineficiente y agrava el problema.
Una solución adecuada es crear un drenaje pluvial que sea exclusivo para el agua de lluvia, que la dirija a puntos de infiltración y recarga de acuíferos.
Otro aspecto que pesa sobre el drenaje es que la infraestructura existente es calificada como “obsoleta”, lo que lo hace insuficiente para enfrentar eventos de precipitación extrema.
Soluciones basadas en la naturaleza
Para combatir este problema, se proponen estrategias sustentables que van desde soluciones a pequeña escala hasta grandes proyectos de infraestructura. El Dr. Hugo Briseño Ramírez señala que son muy importantes las “soluciones basadas en la naturaleza”, como la utilización de canchas de fútbol que funcionan como vasos reguladores, algo que ya se implementa en el campus Guadalajara de la Universidad Panamericana. Este tipo de iniciativas permiten tanto la retención como la infiltración del agua.
En cuanto a los materiales de construcción y el diseño urbano, el investigador enfatiza la necesidad de emplear “materiales más amigables con el medio ambiente, más permeables”. Ejemplos de ello son los “techos verdes” y los “concretos permeables”, alternativas que favorecen la infiltración del agua y reducen los riesgos de inundaciones.
El Dr. Hugo Briseño Ramírez destaca el ejemplo positivo de lugares con “suelo permeable”, que facilitan la recarga de los mantos acuíferos y ayudan a mitigar los efectos de las lluvias intensas.
Asimismo, explica que otra solución, basada en buenas prácticas internacionales, es la recuperación de los cauces de los ríos, como ocurrió en Seúl, donde un viaducto fue transformado en un cauce para el agua y en un parque lineal que permite amortiguar los picos de lluvia y, al mismo tiempo, crear espacios de convivencia y diálogo con el entorno.
El investigador señala la importancia de la gestión del agua de lluvia, mencionando los llamados “nidos de lluvia” o técnicas de captación que permiten almacenar el agua caída y reutilizarla posteriormente en tareas domésticas.
Más allá de la infraestructura, la conciencia ciudadana es clave: evitar usar el drenaje como basurero es fundamental para reducir bloqueos y riesgos. El académico también subraya la necesidad de recursos provenientes de la iniciativa privada y de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial para modernizar el sistema de drenaje.
La responsabilidad es de todos
El Observatorio Panamericano de Ciudades Hidroadaptativas de la Universidad Panamericana impulsa la investigación, conciencia e inversión para construir urbes más resilientes. “La responsabilidad es de todos. Con buenas prácticas e innovación podemos lograr ciudades más seguras, sostenibles y con mejor calidad de vida”, concluyó el Dr. Hugo Briseño Ramírez.
Conoce más sobre la situación hídrica en México y las soluciones propuestas por expertos en el Observatorio Panamericano de Ciudades Hidroadaptativas de la Universidad Panamericana en: https://www.up.edu.mx/observatorio-agua/
